El Palacio Federal de Colima es un edificio majestuoso que por sí mismo realza el centro de la ciudad. Hallado en el cruce de las calles de Francisco I. Madero y General Núñez, frente al bello jardín del mismo nombre, fue diseñado por el arquitecto tapatío López de Lara y ratificado por su colega Máximo Vázquez, a principios del siglo XX.

Durante buena parte del siglo XVIII, el terreno se usó como el cementerio de los colimenses, que fue clausurado debido al crecimiento de la ciudad por lo que resultaba insuficiente. Por diversos roces políticos, el gobierno estatal confiscó el inmueble e instaló la Oficina de Intervención y Confiscación de Bienes, que servía para hacer cumplir la prohibición de exportación de productos básicos, así como la obligatoriedad de usar papel moneda de 20 pesos. Entre 1928 y 1931 se celebraron los juicios mercantiles, con los que finalmente el 6 de febrero de 1934 se escrituró el la mansión a favor del Gobierno Federal.

La construcción cuenta con dos plantas y tenía originalmente un par de miradores, mismos que en las varias remodelaciones que se han hecho fueron derruidos, al igual que una bella escalera de madera, tallada por el ebanista Pedro Zamora.

En su interior destaca un mural que se fundamenta en el Castillo de Chapultepec, San Cristóbal, el monumento a Cuauhtémoc y a Netzahualcóyotl. Desde aquellos tiempos, el edificio se destinó para las oficinas de correos y de varias dependencias.

Actualmente, despacha ahí personal del SAT, del INE local y de los servicios de Correos y Telégrafos. Es de rápido recorrido y se encuentra abierto de lunes a viernes hasta las 20:00 hrs.