Debido a que su construccion fue muy lenta se le pueden observar diferentes estilos de arquitectura. Cuando se asentó el acta para la fundación de la ciudad en el año 1596 se estipuló que la iglesia que ahí se construiría llevaría el rango de catedral. Fue en el año de 1626 que comenzó su construcción, y pudo verse finalizada en el año de 1792 bajo la orden de Don Andrés Ambrosio de Llanos y Valdez, tercer Obispo del Obispado de Linares. Entre otros usos sirvió como fortín en varias guerras. Dentro y fuera la construcción presume elementos de barroco moderado, sobriedad de diseño, así como colores y alturas de impresionante vista. La visita a la Catedral Metropolitana de Monterrey resulta sumamente relevante si se toma en consideración la calidad y la belleza de las pinturas que se guardan en la sacristía, todas ellas producidas durante el periodo colonial, así como el óleo de las Ánimas pintado en 1767. Una vez que la conozca aproveche para visitar el Mausoleo de los Obispos en el cuál descansan los restos de algunos patriarcas.